Obsesiones
¿Qué entendemos por un pensamiento obsesivo?
Hay personas para las que mantener las cosas en orden les reporta una sensación de control y de seguridad. También puede ocurrir que en ocasiones haya pensamientos e ideas que surjan de manera espontánea, y a los que no podemos dejar de darles vueltas. El pensamiento obsesivo en sí mismo no es un problema o algo de lo que haya que preocuparse.
¿Cuándo empieza a ser un problema?
Cuando estos pensamientos y conductas nos afectan hasta el punto de no poder llevar a cabo nuestro día a día con normalidad. Podemos enfrascarnos en un pensamiento circular durante horas y días, sin que nos lleve a ninguna parte. También puede suceder que tengamos la necesidad de comprobar muchas veces si hemos cerrado una puerta o si nos han llamado al móvil para tranquilizarnos. Tenemos la necesidad constante de querer controlar estas situaciones, y al mismo tiempo vivimos con unos niveles elevados de malestar al sentir que escapan constantemente a nuestro control. En ocasiones, anticipamos una situación infinitas veces hasta el punto de no llegar a enfrentarnos a ella. Esto supone un desgaste de tiempo y energía enormes, así como generar un sufrimiento psíquico elevado. Todo esto puede afectar a nuestra calidad de vida de muchas maneras, como causar dificultades para dormir, o deteriorar la seguridad y la autoestima a la hora de relacionarnos con los demás.
¿En qué consiste la atención psicológica de las obsesiones?
La terapia psicológica de las obsesiones busca comprender con el paciente qué función está cumpliendo ese pensamiento obsesivo en su vida, y cuáles son los mecanismos que lo han desarrollado. La finalidad es que el paciente pueda desarrollar otras estrategias más adaptativas, y mejorar la calidad de vida.